jueves, 20 de mayo de 2010

Lula en el mundo: El rompecorazones

Moisés Naím


Miércoles, 19 de mayo de 2010


Al primer admirador a quien desilusionó fue George W. Bush.
Luego le tocó a Álvaro Uribe.
Después frustró a Pascal Lamy, el jefe de la Organización Mundial del Comercio. Luego le rompió el corazón a Barack Obama.
Más tarde a Hilary Clinton.
Siguieron los opositores de Ahmadineyad en Irán.
Y los duros golpes de desaliento que propinó a quienes enfrentan los abusos de los gobernantes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia y que lo veían como un modelo para sus luchas contra la autocracia.
Después vino la perplejidad de sus devotos que no entendieron como puede ser que un día defienda la entrada de Cuba en la OEA y al día siguiente la expulsión de Honduras.

¿Cómo puede un día denunciar elocuentemente y con perfecta lógica el irracional bloqueo estadounidense a Cuba y al día siguiente liderar el bloqueo de América Latina a Honduras? Y no faltaron los admiradores que esperaban que el tuviera una posición menos complaciente hacia Néstor y Cristina Kirchner. O la sorpresa de sus fans que no entienden a que se debe su reciente pasión por misiones diplomáticas suicidas como su solitaria defensa de las ambiciones nucleares iraníes o su auto-candidatura como mediador entre palestinos e israelís.

¿Quién es este ídolo mundial que tanto desencanta a sus admiradores extranjeros? Usted sabe.

Lula en el mundo

Si bien el presidente Luz Inazio Lula da Silva tiene altísimos índices de popularidad en Brasil, en los círculos más influyentes del mundo el aplauso es menos entusiasta.
Esto no quiere decir que fuera de Brasil Lula no es admirado. Su reciente selección por la revista TIME como uno de los personajes más influyentes es solo uno de los muchos ejemplos de el reconocimiento internacional a los logros de Lula.
Su protagonismo en el G20 contrasta con la invisibilidad de los otros latinoamericanos: el mexicano Felipe Calderón y la esposa de Néstor Kirchner.
Y no hay dudas que Lula y Brasil han ganado merecidos roles de peso en las negociaciones internacionales mas importantes para la humanidad: clima; energía, comercio, finanzas, proliferación nuclear, etc.
Esto ha sido posible gracias al tamaño de Brasil, a su admirable progreso social y económico , a su democracia, a la fascinante biografía de Lula y a su innegable carisma. Todos los lideres quieren ser amigos de Lula y desarrollar relaciones cercanas con él y su país. Y Lula es amigo de todos y los seduce. Para después romperles el corazón.

Bush, y Obama creyeron que Lula sería ser su aliado en América Latina. El presidente Colombiano Álvaro Uribe tenía la ilusión que alguien con los valores y la historia personal de Lula reaccionaria con indignación al ver la avalancha de evidencias que demuestran que Chávez apoya y protege a las FARC.
Los negociadores de la ronda de Doha para el comercio internacional se frustraron con la rigidez de Lula que --junto con la de otros países -- hizo fracasar el proceso. Los dirigentes de la oposición a los presidentes latinoamericanos que violan las más elementales prácticas democráticas han encontrado en Lula un afable líder que pasó sus dos periodos presidenciales ignorándolos mientras se confundía en frecuentes y fraternales abrazos con los autócratas que los mal gobiernan.
El pueblo cubano oyó perplejo como Lula-el luchador social- le explicaba al mundo que quienes se suicidaban en las cárceles de los Castro pidiendo la libertad para otros injustamente presos por décadas no son sino "delincuentes comunes".
Y los iraníes oyeron como Lula explicaba que sus masivas protestas callejeras por la re-elección de Ahmadineyad le recordaban las reacciones de los hinchas de un equipo de futbol que se lanza a la calle cuando pierden. Y las miles de madres de los venezolanos asesinados por un hampa desbordada ante la crónica indolencia del gobierno mil- oyeron como Lula les explicaba que Chávez era el mejor presidente que Venezuela había tenido en 100 años.

Todo esto puede pasar desapercibido en un Brasil intoxicado de éxito y enamorado de Lula. Será ridiculizado por el aparato publicitario del presidente, y minimizado por Itamarati. Pero la conducta internacional de Brasil bajo Lula tiene costos. Las traiciones de Lula a la defensa de la democracia, su indiferencia a las violaciones de derechos humanos básicos en países gobernados por sus amigos, sus decisiones que obviamente tienen como propósito demostrar su independencia y que este es un "nuevo Brasil" que no apoya automáticamente a los Estados Unidos, la búsqueda de un protagonismo en aéreas y temas donde Brasil tiene todo que perder y nada que ganar hacen que tanto la reputación de Lula como la influencia mundial de Brasil se verán disminuidas.

¿Por qué Lula se hace tantos autogoles?
Los apologistas de Lula podrían recurrir a la famosa observación de que "las naciones no tienen amigos, solo tienen intereses". Lula se concentró en promover a los intereses de Brasil, dirán. Y podrían correctamente añadir que mucho mas hipócritas son las políticas estadounidenses o europeas que la de Brasil. Y es verdad que todas las potencias a veces olvidan sus valores cuando se trata de defender sus intereses. Pero no siempre es así. Hay lideres que reconocen que en ciertos momentos su interés nacional se beneficia cuando la defensa de valores universales priva sobre los intereses económicos del momento. ¿Es una buena defensa de los intereses de Brasil que Lula haya guardado silencio cuando Chávez impuso arbitrariamente un embargo comercial a Colombia? El resultado fue que algunas empresas brasileras se lucraron ocupando el mercado venezolano antes suplido por empresas colombianas. ¿Pero justifica eso la complicidad con una clara violación de reglas que Brasil debe defender? Claro que no. ¿Justifican las aventuras de Lula en el medio Oriente y su entusiasmo por los carniceros que mandan en Teherán el poner en peligro la posibilidad que Brasil logre obtener un puesto permanente en el Consejo de Seguridad en la ONU? No.

Cuando de pequeño yo me portaba mal en el colegio mi mama les explicaba a mis maestras que yo era un ángel y que mi mala conducta se debía a la mala influencia de mis amigos. Yo me quedaba callado y por dentro me sonreía ya que sabía que eso no era verdad. ¿Se estará sonriendo Lula por dentro cuando sus admiradores explican que él en el fondo es un gran demócrata y que su fraternal solidaridad con algunos de los peores lideres de estos tiempos solo se debe a las malas influencias de quienes lo rodean?.

Nunca lo sabremos. Lo que sí sabemos es que un extraordinario líder terminó su periodo en el poder manchando innecesariamente su legado histórico .

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