lunes, 26 de abril de 2010

Jorge Pizarro asume Presidencia del Parlatino

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Jorge Pizarro asume Presidencia del Parlatino

El senador Jorge Pizarro Soto (Chile), tomó posesión como Presidente del Parlamento Latinoamericano, renovando el compromiso primero del único organismo interparlamentario de América Latina y el Caribe, reconocido por la Organización de las Naciones Unidas, con la democracia.
“Este sistema de convivencia política y social debe ser resguardado, evaluado y mejorado permanentemente, pues al depender intrínsecamente de los valores de equidad, justicia e igualdad, las democracias liberales de nuestro tiempo deben luchar constantemente contra diversas amenazas y retos; en nuestro continente, éstas amenazas crecen al amparo de las limitaciones y distorsiones económicas, políticas y sociales”, defendió.

Para Pizarro, “es por ello que, a partir de su legitimidad como organismo plural y representativo, el Parlatino debe apoyar activamente el fortalecimiento de nuestras instituciones democráticas, desarrollarse como un espacio de debate y diálogo democrático, articular experiencias y promover la recíproca asistencia de los parlamentos nacionales en las diversas áreas del desarrollo institucional”.

El nuevo Presidente igualmente recordó que el compromiso del Parlamento Latinoamericano, “en cuanto organización de profunda vocación humanista, es con cada uno de los habitantes más desprotegidos de esta Región. Es por ello que hemos asumido con vitalidad y entusiasmo el trabajo por la concreción de los Objetivos de Milenio para el desarrollo, en cada uno de los Estados de América Latina”.

Entre sus metas en la Presidencia del Parlatino, el senador Jorge Pizarro destacó la ampliación geopolítica del Parlamento. En ese sentido, pretende buscar la adhesión de Haití, Guyana, Belice, Jamaica, Guyana Francesa y Puerto Rico.

Otro objetivo a ser perseguido por el nuevo Presidente del Parlatino “es la firma de convenios internacionales con otros actores parlamentarios de relevancia mundial, tales como el Consejo de Europa, para fortalecer la acción del Parlatino en defensa de los derechos humanos; con el Parlamento Hindú; con el Parlamento Árabe; y, con el Parlamento Ruso, entre otros”, subrayó Pizarro.

Además, el Presidente del Parlatino tiene intención de articularse con los parlamentos del Mercosur y Andino, “para conformar la Asamblea Parlamentaria Suramericana. Ello evitaría la conformación de un Parlamento Suramericano, que tendría dificultades por los altos costos que generaría”, defendió.

Por último, Pizarro pretende aproximar aún más el Parlatino de los parlamentos subregionales con el objeto de fortalecer institucionalmente tales organismos. “Inicialmente, antes de la institucionalización, se podrían invitar al Mercosur, al Andino y al Parlacen, para que participen en la Asamblea General con delegados y para que designen un vicepresidente cada uno que haga parte de la Junta Directiva, así sea con voz pero sin voto. Se estaría generando un espacio de discusión común”, explicó Pizarro.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DEL PARLATINO, SENADOR JORGE PIZARRO SOTO (CHILE)

Señores Miembros de la Mesa, de la Junta Directiva, de la Asamblea, compañeros parlamentarias y parlamentarios, señores invitados especiales, embajadores, cuerpo consular, periodistas, funcionarios de la Sede, amigas y amigos:

A todos mi gratitud, la de mi familia, la del Senado y de la Cámara de Diputados de Chile y la de mi país.

La responsabilidad que Ustedes han puesto hoy sobre mis hombros, la comparto con los demás miembros de la Mesa Directiva que también han recibido su voto de confianza.

Con ellos compartiré trabajos, honores y fracasos, si los hubiere, pero siempre colocando por encima de los intereses personales los grandes destinos de América Latina y de nuestra Organización.

Pertenezco desde hace largos años a la familia del Parlatino. Desde distintos cargos en la Mesa Directiva, he acompañado el proceso de consolidación institucional y proyección política de este organismo. Asumo la Presidencia de un Parlamento regional fortalecido, enfrentando múltiples retos y tareas y proyectando nuevas metas hacia el porvenir. Quienes me antecedieron en la Presidencia tienen el mérito de haber encabezado este exitoso camino hacia la dignificación de las instituciones representativas y la integración continental. Procuraré dar continuidad a este trabajo de equipo, junto a todos Ustedes.

El contexto político en que esta Mesa Directiva asume sus funciones tiene altos grados de complejidad, y por lo mismo, nos encontramos frente a una oportunidad única de reactivar el desarrollo de nuestras instituciones y así contribuir, de manera concreta, con los múltiples desafíos del presente regional.

La integración política del continente atraviesa por un período de luces y sombras; de fortalezas y debilidades, por lo que los representantes de la voluntad popular agrupados en este órgano legislativo regional, estamos llamados a encabezar y promover políticas consistentes de acercamiento y complementación política entre los Estados de América Latina y el Caribe. Del mismo modo, la integración supraregional cuenta hoy con una herramienta fundamental, como es la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, para fortalecer una comunidad de intereses entre dos continentes que poseen lazos culturales, políticos y comerciales muy arraigados y sólidos. Sin embargo, dicha asamblea sólo se puede desarrollar como una real instancia de integración supraregional si es que construimos una agenda futura, con desafíos y metas claras. Estas encausarán nuestros esfuerzos y potenciarán al Parlatino como plataforma de participación democrática y desarrollo para la región.

Comentarios multilateralidad, presencia regional y parlatino:

Sin pretender simplificar la magnitud y complejidad de los problemas que afectan a nuestra región en su conjunto, una y otra vez, los esfuerzos diplomáticos de cooperación, participación e integración, nos han demostrado que las respuestas emergen de manera consistentes allí donde surge el dialogo multilateral. Así como en términos económicos, por medio de la OMC y de su diálogo con los bloques regionales se han fortalecido las bases de un marco regulatorio, la consolidación del principio de multilateralidad en las relaciones internacionales no sólo favorecerá una integración real, sino que además, es un claro resguardo a la paz internacional al contener los dañinos efectos de la discrecionalidad unilateral.

De esta forma, el potenciar una agenda multilateral no puede ser entendido como un fin en si mismo, sino que inmensamente necesario en cuanto efectivo instrumento para resguardar los intereses de nuestras naciones. Más aun, para así poder proyectar el perfil de nuestra región en un contexto global marcado por un extremo dinamismo.

Ahora bien, el acelerado curso de la historia política en la última década, ha puesto a los organismos regionales en la primera fila de atención y promoción del multilateralismo. Si bien la ONU y la OMC siguen siendo las principales instancias de diálogo y desarrollo de políticas multilaterales, éstas sólo han podido revitalizar su misión a partir de la cooperación con organizaciones intermedias, las que han probado ser muy efectivas a la hora de llamar la atención en nombre de los intereses que escapan a las preocupaciones de las grandes potencias. Ya sea agrupándose en torno a una comunidad con delimitaciones geográficas y culturales, o en las similitudes que puedan tener sus planes industriales o agrícolas, organizaciones tan diversas como el G-20 o el Parlatino están llamados a llevar el multilateralismo a fases superiores, en las que finalmente los esquivos beneficios de la globalización alcancen las fronteras mas vulnerables de nuestros pueblos.

Cómo marcar esa diferencia en Latinoamérica? El camino no es fácil, pero nos guía un principio básico. El Parlatino como organización de representación regional, así como cada uno de sus integrantes, debe entender que, dentro de nuestra vulnerabilidad política y económica, la suma de nuestros intereses compartidos a largo plazo es más valiosa que nuestros intereses particulares de corto plazo. Regido por esta premisa, sumado a un decidido esfuerzo de participación (figuración) internacional, el Parlamento Latinoamericano se consolidará como un espacio de diálogo, participación e integración, con capacidad para canalizar esfuerzos y demandas tanto a nivel regional como global. De esta forma podremos contribuir de manera efectiva al fortalecimiento del principio de multilateralidad en un mundo debilitado por el unilateralismo. En este contexto la supremacía de la seguridad interna amenaza la estabilidad regional- y a veces global-, afectando seriamente los procesos de consolidación democrática y de desarrollo económico, minando así, nuestras instituciones republicanas.

No cabe duda de que América Latina debe fortalecer su presencia internacional para mitigar de manera significativa estos efectos. Problemas como la amenaza a la seguridad de nuestros países ya no se limitan únicamente a las tensiones regionales. El narcotráfico y el terrorismo a escala global son una seria amenaza para una paz sustentable en la región. Una vez más, sólo el legítimo diálogo internacional y los lazos de una integración económica justa, son los canales por medio de los cuales podremos construir políticas de prevención consistentes y de largo alcance. Consensos que como principios aglutinadores impriman fuerza y continuidad a la democratización y desarrollo equitativo de todas las naciones representadas hoy en este parlamento.

Uno de los principios fundamentales que marcan el sentido y misión del Parlamento Latinoamericano es la promoción y consolidación de la democracia. Este sistema de convivencia política y social debe ser resguardado, evaluado y mejorado permanentemente, pues al depender intrínsicamente de los valores de equidad, justicia e igualdad, las democracias liberales de nuestro tiempo deben luchar constantemente contra diversas amenazas y retos; en nuestro continente, éstas amenazas crecen al amparo de las limitaciones y distorsiones económicas, políticas y sociales. Es por ello que, a partir de su legitimidad como organismo plural y representativo, el Parlatino debe apoyar activamente el fortalecimiento de nuestras instituciones democráticas, desarrollarse como un espacio de debate y diálogo democrático, articular experiencias y promover la recíproca asistencia de los parlamentos nacionales en las diversas áreas del desarrollo institucional. Solo así podrán los diputados y senadores de América Latina, ser el motor y resguardo de la creciente democratización de nuestros pueblos.

En todo caso el pilar básico de un sistema democrático y de las instituciones de representación es el sistema de partidos políticos. Cuando los partidos aparecen deslegitimados socialmente, depreciados en su acción y sin fuerza social y política, llegamos al nefasto fenómeno de la “reconstrucción del sujeto político”, dejando a las sociedades a la merced de tentaciones totalitarias, populistas y aventureras de cualquier tipo. Una de nuestras grandes tareas es, en consecuencia, fortalecer a los partidos políticos, concebidos como instituciones poderosas de intermediación y canalización de ideas e inquietudes sociales entre el ciudadano y los agentes políticos o económicos que ejercen los distintos grados de poder en la sociedad.

El compromiso del Parlamento Latinoamericano, en cuanto organización de profunda vocación humanista, es con cada uno de los habitantes más desprotegidos de esta Región. Es por ello que hemos asumido con vitalidad y entusiasmo el trabajo por la concreción de los Objetivos de Milenio para el desarrollo, en cada uno de los Estados de América Latina. Las metas son difíciles de alcanzar, sin embargo, estamos dispuestos a contribuir, desde nuestra competencia, a promover todas las acciones necesarias a objeto de que – en cada uno de los países- se alcancen grados aceptables de dignidad humana, en materia de necesidades básicas.

Los países y continentes no son socialmente viables si no logran conciliar el indispensable crecimiento económico con la equidad social. No podemos alcanzar mejores grados de satisfacción de las necesidades básicas para todos, si no contamos con los recursos que nos entrega el crecimiento; sin embargo, los frutos del crecimiento deben orientarse al logro de etapas superiores de justicia social, y no a concentrar la riqueza y el acceso al bienestar.

Amigas y amigos, estoy cierto que compartimos estos grandes criterios orientadores, más allá de nuestras propias y legítimas ideas y aspiraciones políticas. Desde este marco general, asumo el compromiso de trabajar junto a cada uno de los legisladores de América Latina y el Caribe por la unidad política de un continente que debe obrar mancomunadamente para enfrentar los beneficios y los peligros de la Sociedad Global.

He conocido ideas que comparto, reseñadas en un proyecto de la Comisión especial que la pasada Asamblea designó para analizar y hacer propuestas de actividades que debe de emprender hacia el futuro del Parlatino, que una vez divulgado, discutido y aprobado por la Mesa Directiva, en su primera reunión, será sometido a consideración de la Junta Directiva.

Significaría una reforma estatutaria que encumbraría la importancia y la labor del Parlatino.

Una de ellas es la ampliación geopolítica de nuestra Institución. Buscar la adhesión de Haití, Guyana, Belice, Jamaica, la Guyana Francesa y Puerto Rico, estos dos últimos no plenamente soberanos.

Otra es la de ampliarse en la firma de convenios internacionales con otros actores parlamentarios de relevancia mundial, tales como el Consejo de Europa, para fortalecer la acción del Parlatino en defensa de los derechos humanos; con el Parlamento Hindú; con el Parlamento Arabe; y, con el Parlamento Ruso, entre otros.

Otro planteamiento, sobre la base de la conformación de la Comunidad Suramericana, es articularse con los Parlamentos del MERCOSUR y ANDINO, para conformar la Asamblea Parlamentaria Suramericana. Ello evitaría la conformación de un Parlamento Suramericano, que tendría dificultades por los altos costos que generaría.

Finalmente, una idea audaz, compleja pero no imposible, es la de incorporar al Parlatino a los Parlamentos Subregionales como miembros, fortaleciéndolo institucionalmente. Inicialmente, antes de la institucionalización, se podrían invitar al MERCOSUR, al ANDINO y al PARLACEN, para que participen en la Asamblea General con delegados y para que designen un vicepresidente cada uno que haga parte de la Junta Directiva, así sea con voz pero sin voto. Se estaría generando un espacio de discusión común.

Quiero agregar mi intención de promover una propuesta para asignarles funciones a la Presidencia Alterna y a la Secretaría General Alterna, que no las tienen en la actualidad y, además, revisar y fortalecer a todos los órganos que integran el organismo.

Nuevamente a todos, muchas gracias.

Parlamento Latinoamericano
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El Parlamento Latinoamericano (Parlatino) fue creado el 10 de diciembre de 1964 por la Declaración de Lima y posteriormente institucionalizado el 16 de noviembre de 1987, en la ciudad de Lima, Perú. Es un organismo regional, permanente y unicameral. Está integrado por los congresos y asambleas legislativas nacionales de América Latina electas democráticamente. Sus idiomas oficiales son el español y el portugués. Su sede permanente está en Ciudad de Panamá, Panamá.

Según uno de los párrafos de la declaración de Lima, es una "(...) institución democrática de carácter permanente, representativa de todas las tendencias políticas existentes en nuestros cuerpos legislativos; y está encargada de promover, armonizar y canalizar el movimiento hacia la integración".

Contenido [ocultar]
1 Órganos del Parlatino
2 Principios y propósitos del Parlatino
3 Propósitos
4 Países integrantes
5 Véase también
6 Enlaces externos


Órganos del Parlatino [editar]La Asamblea;
La Junta Directiva. integrada por Presidente, un Presidente Alterno, un Secretario General, un Secretario General Alterno, un Secretario de Comisiones, un Secretario de Relaciones Interparlamentarias y un Secretario de Relaciones Interinstitucionales y por veintidos Vicepresidentes, cada uno de ellos por país miembro.
Las Comisiones Permanentes;
La Secretaría General.
Desde 2007 el Presidente del Parlamento Latinoamericano es el Senador Jorge Pizarro (Chile) y su Secretaria General la senadora Sonia Escudero (Argentina).

Principios y propósitos del Parlatino [editar]El Parlamento tiene los siguientes principios permanentes e inalterables:

La defensa de la democracia;
La integración latinoamericana;
La no intervención;
La autodeterminación de los pueblos;
La pluralidad política e ideológica como base de una comunidad latinoamericana democráticamente organizada;
La igualdad jurídica de los Estados;
La condena a la amenaza y al uso de la fuerza contra la independencia política y la integridad territorial de cualquier Estado;
La solución pacífica, justa y negociada de las controversias internacionales;
La prevalencia de los principios de derecho internacional referentes a las relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados.
Fuente: Tratado de Institucionalización del Parlamento Latinoamericano, artículo 2

Propósitos [editar]El Parlamento tiene, entre otros, los siguientes propósitos:

Fomentar el desarrollo económico y social de la comunidad latinoamericana y pugnar porque alcance la plena integración económica, política, social y cultural de sus pueblos;
Defender la plena vigencia de la libertad, la justicia social, la independencia económica y el ejercicio de la democracia representativa y participativa, con estricto apego a los principios de la no intervención y de la libre autodeterminación de los pueblos;
Velar por el estricto respeto a los derechos humanos;
Luchar por la supresión de toda forma de colonialismo, neocolonialismo, racismo y cualquier otra clase de discriminación en América Latina;
Oponerse a la acción imperialista en América Latina, recomendando la adecuada legislación normativa y programática que permita a los pueblos latinoamericanos el pleno ejercicio de la soberanía sobre su sistema económico y sus recursos naturales;
Estudiar, debatir y formular políticas de solución a los problemas sociales, económicos, culturales y de política exterior de la comunidad latinoamericana;
Contribuir a la afirmación de la paz, la seguridad y el orden jurídico internacionales, denunciando y combatiendo el armamentismo y la agresión de quienes sustenten la política de la fuerza, que son incompatibles con el desarrollo económico, social, cultural y tecnológico de los pueblos de América Latina;
Canalizar y apoyar las exigencias de los pueblos de América Latina, en el ámbito internacional, respecto al justo reconocimiento de sus derechos;
Propugnar el fortalecimiento de los Parlamentos de América Latina, garantizando así la vida constitucional y democrática de los Estados, como también propiciar, sin perjuicio del principio de la no intervención, el restablecimiento de aquellos que hayan sido disueltos;
Mantener estrechas relaciones con los Parlamentos sub-regionales de América Latina;
Mantener relaciones con Parlamentos de todas las regiones geográficas, así como con Organismos internacionales;
Difundir la actividad legislativa de sus miembros;
Luchar en favor de la cooperación internacional, como medio para instrumentar y fomentar el desarrollo armónico de la comunidad latinoamericana, en términos de bienestar general;
Promover el estudio y desarrollo del proceso de integración de América Latina hacia la constitución de la Comunidad Latinoamericana de Naciones; y,
Promover, en consecuencia, el sistema de sufragio universal directo y secreto, como manera de elegir a los representantes que integren, por cada país, el Parlamento Latinoamericano.
Fuente: Tratado de Institucionalización del Parlamento Latinoamericano, artículo 3

Países integrantes [editar]Está integrado desde 2006 por Antillas Neerlandesas, Argentina, Aruba, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras (EXPULSADO [1]), México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Suriname, Uruguay y Venezuela.

Los países integrantes eligen, por medio de sus asambleas o congresos legislativos, a sus representantes ante el Parlatino, o en algunos casos por elección directa de los ciudadanos mediante el voto; cada delegación nacional tiene un máximo de 12 integrantes. Si lo eligen los parlamentos, su integración debe ser proporcional a los partidos políticos o grupos parlamentarios de sus respectivas asambleas legislativas.

Véase también [editar]Parlamento Andino
Parlamento Centroamericano
Parlamento del Mercosur
Enlaces externos [editar]Sitio oficial Parlamento Latinoamericano
Texto del Tratado de Institucionalización del Parlamento Latinoamericano
Sitio Parlatino de Venezuela
Sitio Parlatino de Argentina
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Parlamento_Latinoamericano"
Categorías: Congresos y Parlamentos | América Latina

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