viernes, 7 de noviembre de 2008

¿Cuánto poder tiene el más poderoso?


Dalia Ventura

BBC Mundo

La responsabilidad es enorme.
Llegó la hora. O por lo menos, ya se sabe a quién le llegará el 20 de enero de 2009, cuando el elegido se convierta en el flamante presidente de Estados Unidos.
Pero, ¿cuánto realmente puede hacer quien ya es el hombre más poderoso del mundo?
¿Cuánto poder tiene el presidente de EE.UU.?
Para pocos es secreto cuán influyentes son los intereses particulares de innumerables grupos de presión, ya sea económicos o filosóficos, a los que no sólo tiene que prestarles atención porque lidera una democracia sino porque para llegar a donde llegó tuvo que prometer que no traicionaría sus principios. Los de ellos.
Y quizás sobra decir que cualquier decisión cobra sus víctimas: cerrar una empresa para proteger el medio ambiente deja desprotegidos a los empleados y en ocasiones supone el fin de formas de vida tradicionales y la desaparición de comunidades enteras.
En términos de política económica, al menos hasta la reciente crisis, los mercados parecían tener mucho más poder y la Reserva Federal mucha más autoridad.
Pero además de esos obstáculos, hay otros que a primera vista parecen hacer imposible que un presidente de Estados Unidos cambie radicalmente una situación, no importa qué tan cercana a su corazón esté.
¿Qué se puede esperar de Obama como presidente de EE.UU.?
Maniobras

¿Qué tanto se puede hacer desde el Despacho Oval de la Casa Blanca?El presidente George W. Bush, por ejemplo, se decantaba muy claramente a favor de los opositores al aborto, un tema obligado para los políticos estadounidenses.
Sin embargo, desde que la Corte Suprema sentenció que la privacidad es un derecho para todos los ciudadanos en el mentado caso de Roe contra Wade en 1973, es ilegal prohibir la terminación de embarazos en el país.
¿Quiere decir entonces que no hay nada que quien detenta tanto poder puede hacer?
No precisamente... "Lo que hizo fue emitir una orden ejecutiva que prohibía darle fondos a cualquier grupo que predicara, practicara o promoviera el aborto", le explicó el especialista en la presidencia estadounidense y profesor de la universidad de Georgetown Stephen Wayne a BBC Mundo.
"El presidente controla la manera en la que las leyes se ejecutan, lo que le da cierto poder en el sentido de que puede tomar una ley, como la ley de asistencia internacional, y decir 'no le daremos dinero a nada que tenga que ver con aborto'".
Habilidades políticas
De la misma manera, un presidente que estuviera en contra de la condena a muerte, no podría prohibirla, porque la Constitución la permite, "pero podría proponer una ley que dijera que no hay pena capital para ningún crimen bajo la ley federal. Podría hacer eso, pero el Congreso tendría que aprobarlo, y eso es muy improbable", señala Wayne.

Quienes crearon la Constitución no querían que nadie tuviera poder absoluto.Y es ahí que viene otro salvaguarda, que a veces se convierte en un obstáculo.
"La efectividad de los presidentes es una función de dos factores generales: el contexto político y sus propias cualidades de liderazgo", le dijo a BBC Mundo el profesor emérito de Política de la Universidad de Princeton, Fred I. Greenstein.
Respecto al contexto político, juega un papel importante tanto el apoyo del público como el del Congreso.
"Cuando Franklin Roosevelt llegó a la Casa Blanca en medio de la Gran Depresión, el Congreso estaba dispuesto a concederle virtualmente todo lo que pedía. Pero cuando George W. Bush ganó con un reducido margen las elecciones de 2004 y su popularidad empezó a bajar bruscamente, el Congreso le otorgaba poco de lo que solicitaba".
Para que nadie sea rey
"Estos son ejemplos de las complejidades cuando se trata de marcar una diferencia. En EE.UU. éstas son particularmente grandes debido al sistema de separación de poderes, que virtualmente garantiza que el presidente no pueda hacer todo lo que quiere", indica el profesor Greenstein, autor de, entre otros libros, "Presidential Difference" .
La separación de poderes virtualmente garantiza que el presidente no pueda hacer todo lo que quiere
Profesor Fred I. Greenstein"Cuando la Constitución de EE.UU. fue creada, uno de los grandes temores de los 'padres fundadores' era que un grupo dominara el país, así que lo que hicieron fue dividir los poderes entre las tres instituciones del gobierno nacional -el Congreso, el Presidente y el poder judicial- y también entre el gobierno nacional y los estados", explica el experto en política estadounidense, Stephen Wayne.
Sin embargo, añade, "con el correr de los años, el gobierno se ha vuelto más poderoso pero un presidente no tiene la autoridad de especificar algo en términos de una ley nacional. El Congreso tiene que aprobarlo".
Así que es casi como una constante negociación con los legisladores.
"Los presidentes tienen más poder para decir 'no' que para decirle a alguien que haga algo. El único aspecto en el que tienen mucha autoridad es en la política exterior y en la militar", puntualiza Wayne.
"Y tienen muchísima más autoridad en momentos de crisis que en los normales".
La peor crisis

Quien llega aquí es el único que puede autorizar el uso de armas nucleares.Pero, incluso cuando se percibe una amenaza que podría justificar una guerra ¿no tiene el presidente que ir al Congreso para poder declararla?
La respuesta ya no es tan sencilla, y la razón es casi semántica. El presidente puede "hacer" guerra sin declararla.
"Con la producción de armas que pueden ser usadas en cuestión de minutos, en vez de meses, como era cuando la constitución fue ratificada, el Congreso virtualmente le ha cedido la autoridad sobre la guerra al presidente. Los presidente pueden ir a la guerra pero ésta no es declarada oficialmente hasta que el Congreso lo hace".
"La última declaración de guerra fue durante el período de Franklin Roosevelt, y eso fue la Segunda Guerra Mundial, tras el ataque japonés", señala Wayne.
Y eso es poder. Bajo su responsabilidad.
Inteligencia emocional
Y es por ello que cuando BBC Mundo le preguntó al profesor Greenstein cuál de las cualidades de las que usó en su investigación para determinar el desempeño presidencial considera más importante, contesta que si tiene que poner una de primera en la lista es la inteligencia emocional, la habilidad de controlar los sentimientos y tornarlos en productivos.
Si a Estados Unidos lo atacan, no queremos atarle las manos al presidente. Él puede disparar misiles
Stephen Wayne, especialista en política de EE.UU."Al fin y al cabo, -dice- el presidente de EE.UU. tiene la última palabra respecto al uso del arsenal militar más potencialmente destructivo de la historia de la humanidad".
Y es el presidente el único con derecho a autorizar el uso de armas nucleares y siempre tiene a la mano los códigos de lanzamiento. "Si a Estados Unidos lo atacan, no queremos atarle las manos al presidente. Él puede disparar misiles", dice Wayne.
No obstante, ese poder, que es quizás el más conocido, es uno que no ha sido usado desde Harry S.Truman, en 1945.
En resumen, le dice a BBC Mundo el especialista en política estadounidense de la Universidad de Georgetown, "un presidente es más poderoso en momentos de crisis que en los normales, es más poderoso en asuntos militares y diplomáticos que en política interna, es más poderoso en la discreción que puede utilizar para ejecutar leyes que en la influencia que pueda tener para cambiar las leyes o proveer nuevas".
Pero, ¿tiene un presidente de EE.UU. cambiar el mundo? ¿será el mundo un lugar diferente porque ganó éste candidato y no su rival? le preguntamos a Wayne.
"Definitivamente".

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