jueves, 9 de octubre de 2008

Alfredo Toro Hardy // ¿Triunfó ya Obama?

Las últimas encuestas han evidenciado fluctuaciones por los eventos ocurridos
A esta fecha, la mayoría de las encuestas dan una ventaja de entre seis y nueve puntos a Obama en el voto popular. Sin embargo, la ventaja se agranda cuando nos adentramos en el análisis de los llamados votos electorales, que son los que realmente eligen al Presidente.
El Presidente, en efecto, es elegido por los "grandes electores" de cada estado de la Unión, quienes conforman el llamado Colegio Electoral. El voto popular tan sólo elige a éstos. Lo característico del proceso es que en cada estado el ganador se lo lleva todo.

El candidato que gane en un determinado estado, aun cuando sea por un solo voto, se lleva consigo todos los votos electorales asignados a ese estado. Cada estado cuenta con un número de grandes electores igual a la suma de sus senadores y representantes ante el Congreso Federal. Por ejemplo, California cuenta con 55 representantes en el Congreso y, al igual que todos los demás estados, con 2 senadores ante ese cuerpo. Ello da 57 parlamentarios. Por tanto, tiene derecho a 57 grandes electores, o lo que es lo mismo, a 57 votos electorales. En total, el Congreso Federal cuenta con 535 parlamentarios. Pero, el Colegio Electoral cuenta con 538 grandes electores.

Estos tres miembros adicionales vienen dados por el Distrito de Columbia, donde se asienta la capital federal, Washington. Este distrito, aun cuando no está representado el Congreso, tiene derecho a tres grandes electores. Para ser elegido Presidente todo candidato debe reunir la cantidad mágica de 270 votos electorales. Ello se corresponde a la mayoría absoluta de los votos electorales. Esto resulta de dividir 538 entre 2, lo que es igual a 269.

Pero para que sea mayoría absoluta debe tratarse de la mitad más a uno, lo que requiere de 270 votos. Para este momento Obama contaría con 273 votos electorales, mientras McCain tendría tan sólo 163. Es decir, una diferencia de entre seis y nueve puntos en votos populares, que se traduce en 110 votos electorales de ventaja para el primero. La información referente al número de votos electorales de los que dispondría cada candidato para esta fecha, proviene de Karl Rove, arquitecto de las victorias de George Bush en 2000 y 2004. De acuerdo al diario francés Liberation (4-5 octubre, 2008), para finales de la semana pasada Rove contabilizaba 259 grandes electores en el bolsillo de Obama, es decir, once menos de la mayoría necesaria.

Sin embargo, ya para el domingo 5 de octubre Rove anunciaba en "Fox News", que Obama había superado el número mágico, situándose en 273 votos electorales. ¿Podremos ya apagar las luces con la certeza del triunfo de Obama? Difícilmente. Como bien decía el beisbolista Yogui Berra, el juego no termina hasta que termina.

Estas últimas semanas las encuestas han evidenciado fluctuaciones proporcionales a los eventos que las han alimentado. Si bien parece que la dinámica de éstos ha tomado una dirección que pone el viento en la cola de la campaña de Obama, cualquier cosa es aún posible.

Si Obama se ha beneficiado de la crisis económica, es porque aparece como más adecuado para lidiar con ella que el mercurial McCain. Si este último logra revertir esa percepción podría revertir la tendencia de las encuestas.

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