jueves, 22 de julio de 2010

Julio César Pineda // Hacia el Parlamento Latinoamericano

La difícil situación de las relaciones entre Colombia y Venezuela y el tema del terrorismo
Un grupo de profesionales del Derecho y las Relaciones Internacionales con experiencia en los organismos multilaterales ha presentado al país una fórmula para integrar el futuro Parlamento Latinoamericano que se escogerá en las próximas elecciones del 26 de septiembre. Hemos venido recorriendo Venezuela explicando la importancia del Parlatino y de los 12 nuevos diputados representando las distintas corrientes políticas de las 22 naciones latinoamericanas. En mi caso, fui respaldado por la tarjeta del Movimiento Ecológico Venezolano o Partido Verde, con estructura nacional. Pero también nos respaldan a los 12 candidatos al Parlatino Fuerza Liberal, Poder Laboral y Solidaridad.

En el Parlatino como organismo regional permanente y unicameral defenderemos la democracia frente a todo intento autoritario, la integración latinoamericana, la pluralidad política e ideológica, la solución pacífica de las controversias y las relaciones de solidaridad y cooperación entre los Estados. Debemos fortalecer la diplomacia parlamentaria tomando como paradigma la importancia y el funcionamiento del Parlamento Europeo que ha facilitado desde 1957, cuando se creó, la Comunidad Económica Europea, el cambio hacia lo político en la Unión Europea en 1992 y desde el 2007 con el Tratado de Lisboa dotarse de una especie de Constitución supranacional donde los europeos han elegido un Presidente, Herman Van Rumpuy (Bélgica) y una Ministra de Relaciones Exteriores Catherine Ashton (Gran Bretaña).

El fin de semana estuvimos en contacto con la oposición venezolana y con los partidos que nos apoyan, especialmente el Movimiento Ecológico en los estados Cojedes, Barinas, Portuguesa y Lara. Los medios de comunicación recogieron nuestros planteamientos y realizamos asambleas abiertas y conferencias. En Barinas en la instalación de la Mesa de la Unidad, nos tocó compartir tribuna con todos los dirigentes regionales encabezados por Julio César Reyes y por los dirigentes nacionales F. Álvarez Paz y Omar Barboza.

Muchísimo interés en los temas internacionales, especialmente por la difícil situación por las relaciones entre Colombia y Venezuela y el del terrorismo con el apoyo que brindaría el régimen bolivariano en el territorio nacional; las acusaciones colombianas que las llevarán ante la OEA con la solicitud de la aplicación de la carta democrática y la invocación de la Convención Interamericana contra el Terrorismo. El caso podría ser llevado a la ONU bajo la resolución 1.373 donde se establece el delito por cooperación con el terrorismo. Venezuela y Colombia están obligadas por las diferentes Convenciones Internacionales como la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Eliminar el Terrorismo en la región. Bogotá no ha descartado acudir a la Corte Penal Internacional cuando ahora se amplía la competencia, recientemente estableció su competencia con el nuevo crimen de Agresión junto a Lesa Humanidad, Crímenes de Guerra y Genocidio. Se nos preguntó mucho sobre la especial vinculación de Venezuela con Irán en momentos que el propio Fidel Castro anuncia una tercera guerra mundial con armas atómicas y donde el Consejo de Seguridad ha sido unánime en aplicar sanciones a Teherán incluyendo China y Rusia. Venezuela es el único país latinoamericano en votar con Irán y su proyecto atómico bélico en el OIEA y en el intenso comercio y vínculos políticos con esa dictadura.

Especial atención en el seguimiento del tema de la confrontación del gobierno con la Iglesia católica y el Vaticano no solo por parte de los católicos sino también por las numerosas iglesias protestantes. Tuvimos una interesante reunión en Quíbor con pastores de la Iglesia evangélica, nos informaban se les habían nacionalizado y ocupado diferentes templos.

En una visita al Obispo de Barquisimeto nos refería actitudes irracionales de gobiernos en la historia venezolana contra los católicos y sus prelados, como fue el caso de Páez cuando expulsó al Obispo Ramón Ignacio Méndez en 1830; las agresiones de los Monagas contra el prelado Obispo Mariano de Talavera; de Guzmán Blanco contra la Iglesia y la expulsión del prelado Arzobispo Silvestre Guevara y Lira por negarse a ser genuflexo ante el régimen y el dramático caso del destierro del Monseñor Salvador Montes de Oca, en la época de Juan Vicente Gómez, quien terminó fusilado por los nazis el 10 de septiembre de 1944 en Italia.

jcpineda01@gmail.com

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